El voleibol sentado es una variante de voleibol para atletas en situación de discapacidad. Su vistosidad y consiguiente popularidad es comparable con las del voleibol y el vóley playa.
El juego y la técnica es la misma que la de voleibol, salvo en los aspectos relativos a la movilidad de los jugadores:
Se exige a los jugadores que conforman el equipo unos grados de discapacidad mínimos.
Los jugadores tienen que permanecer sentados, manteniendo la pelvis en contacto con el suelo, y la elevación en el momento de jugar el balón es falta.
El campo y las distintas zonas coinciden con las del voleibol, salvo por sus dimensiones:
10 metros de largo y 6 metros de ancho.
La línea de ataque se adelanta a 2 metros de la red.
La altura de la red es menor: 115 centímetros para hombres y 105 para mujeres.
Redactor: José Manuel G.R.
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